Menos es más: table setting edition
Elegancia, armonía y espacio para lo que realmente importa

La mesa de tu boda no es solo un lugar donde tus invitados se sientan: es parte del corazón del evento. Es donde se brindan deseos, se comparten miradas, se crean recuerdos. Y para que eso fluya con belleza y naturalidad, el equilibrio en la decoración es clave.
Como wedding planner, una de las cosas que más cuido es que las mesas se vean hermosas… pero también vivibles. Aquí te explico por qué evitar la sobredecoración es un acto de amor (y de estilo):

1. El espacio es tan importante como los objetos
Una mesa demasiado llena de arreglos, velas, candelabros y detalles puede volverse incómoda:
- Las personas no se ven ni se escuchan bien
- No hay espacio para platos, copas o brindis
- La mesa pierde su función principal: conectar
Una mesa respirable se disfruta más.


2. La elegancia vive en los detalles bien elegidos
No necesitas llenar la mesa para que se vea hermosa. A veces, una sola flor, una vela bien colocada o una paleta de color bien pensada dicen mucho más.
Tip: Menos elementos, pero con intención, crean un impacto visual más fuerte y sofisticado.


3. La funcionalidad también es parte del diseño
Una mesa bien decorada debe ser práctica: que se pueda servir, que no se caigan las copas, que no haya que esquivar un arreglo floral gigante para hablar.
Diseño inteligente = experiencia más cómoda para tus invitados.


4. Ahorro inteligente
Reducir la cantidad de elementos decorativos innecesarios no solo mejora la estética: también optimiza tu presupuesto. Mejor calidad que cantidad.


La armonía se siente
Una mesa armónica no solo se ve bien… se siente bien. Invita al diálogo, al disfrute y al recuerdo.
Porque al final del día, las mejores bodas no son las que están “llenas de cosas”, sino las que están llenas de significado.

Con cariño,
Titi Espinosa